“SI LUCHAS PUEDES PERDER. SI NO LUCHAS ESTÁS PERDIDO”
El
pasado miércoles, la mayoría del Comité de Empresa ratifico el que, sin lugar a
duda, es el peor Convenio de la historia de Ford. Con esa ratificación concluye
un proceso de “negociación”, o eso han querido hacernos creer, que tiene que
hacernos reflexionar profundamente sobre lo que está pasando en esta factoría
de unos años a esta parte.
Cuando
renunciamos a luchar por la defensa de nuestros derechos y dejamos que el
sindicato mayoritario decida por nosotros en temas tan importantes como nuestro
salario o nuestra jornada laboral, abrimos la puerta, de par en par, a la
pérdida total de respuesta y de decisión en cualquiera de los aspectos de
nuestro trabajo. Con nuestra actitud, hemos permitido que se quiebre uno de los
principios más importantes que hemos tenido en esta empresa desde sus inicios:
los Convenios se tienen que pasar a votación de los trabajadores.
No
es lícito dejar en manos de unas pocas personas el destino laboral y económico
de toda una plantilla. Lo ocurrido con la firma del último acuerdo, que podría
ser legal, pero ni es ético ni democrático, demuestra a todas luces que el
sindicato mayoritario ha preferido ponerse, una vez más, del lado de la
dirección que del lado de los trabajadores.
Resulta
muy triste contemplar el deterioro de las condiciones y derechos conseguidos
con sacrificio y lucha, por el entreguismo del sindicato mayoritario a los
deseos de la dirección de la empresa. Sobre todo, cuando ese entreguismo se
repite cada vez que llega un convenio con promesas de garantías de futuro que, desgraciadamente,
no duran más que lo que dura ese convenio.
El
ejemplo más reciente lo tuvimos en el acuerdo que se firmó en el 2018 con el
lema “Horizonte 2020s”, con “s” final, para que no hubiera dudas que era una
década. Un acuerdo en el que se prometía estabilidad y futuro. Cuatro años
después nos dicen que ni estabilidad ni futuro, y una vez más se ha vuelto a
agitar el fantasma del miedo por parte del sindicato mayoritario para conseguir
meter con calzador un acuerdo que perjudica los intereses económicos, sociales
y laborales de la plantilla.
No
podemos permanecer indiferentes ante el atropello al que hemos sido sometidos
por el sindicato de la empresa. Tenemos que hacerles ver y sentir que no pueden
pisotear gratuitamente nuestros derechos con decisiones que nos tocan el
bolsillo y el tiempo de trabajo. Hay que decir alto y claro que ¡ya basta!, que
ya está bien de tomaduras de pelo. O decidimos defender nuestros derechos y
plantar cara al sindicato mayoritario, o el miedo solo nos conducirá a ir
empeorando cada vez más nuestras condiciones sociales, laborales y económicas.
SOLO HAY UN CAMINO:
DIGNIDAD Y LUCHA
Almussafes, 6 de mayo de 2022